Hoy, en Neurocardio Team, hablaremos sobre una condición común que afecta a millones de personas: la fibrilación auricular (FA). Es probable que hayas escuchado sobre ella, pero ¿sabes realmente qué es y por qué es importante conocerla?

Fibrilación Auricular: Entendiendo esta afección

La fibrilación auricular es la arritmia cardíaca sostenida más frecuente. Imagina el corazón latiendo de forma irregular y caótica en sus cámaras superiores, las aurículas. En lugar de un latido coordinado, la actividad eléctrica se vuelve un verdadero «fuego artificial», lo que puede generar una respuesta ventricular irregular.

Esta activación eléctrica caótica puede traer consecuencias graves. Una de las más preocupantes es la formación de coágulos sanguíneos, lo que aumenta significativamente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ictus). Por esta razón, entender y manejar la FA es clave para la salud a largo plazo.

¿A quién afecta la fibrilación auricular?

La prevalencia de la fibrilación auricular está en aumento, especialmente con la edad. Se estima que afecta entre el 2% y el 5% de las personas mayores de 60 años. Esta cifra asciende hasta el 10% en mayores de 80 años, convirtiéndola en un problema de salud pública importante.

En ciertos grupos, como pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) que requieren terapia de reemplazo renal (TRR), la FA es más común y grave. En estas personas, el riesgo de complicaciones tromboembólicas aumenta significativamente. De hecho, un estudio encontró una prevalencia de FA del 8,5% en pacientes con ERC terminal.

Fibrilación Auricular Paroxística: Episodios intermitentes

Dentro del espectro de la FA, existe un subtipo llamado fibrilación auricular paroxística (FAP). Se caracteriza por episodios intermitentes de corta duración. Es decir, el corazón puede recuperar su ritmo normal por sí solo en un periodo de tiempo variable.

Factores de riesgo de la fibrilación auricular

Existen diversos factores de riesgo para desarrollar fibrilación auricular. Algunos de ellos son:

  • Edad avanzada.
  • Hipertensión.
  • Diabetes.
  • Apnea del sueño.
  • Enfermedad renal crónica (ERC).
  • Fallo cardíaco.
  • Consumo de alcohol.

Identificar y controlar estos factores de riesgo es clave para el manejo efectivo de la FA.

Manejo y tratamiento de la fibrilación auricular

El tratamiento de la fibrilación auricular tiene varios objetivos principales:

  • Prevención de tromboembolismos: La anticoagulación es fundamental para reducir el riesgo de ictus. Los nuevos anticoagulantes orales (NACOs) han demostrado ser tan efectivos como los antagonistas de la vitamina K, con perfiles de seguridad favorables en pacientes con FA no valvular.
  • Control del ritmo cardíaco: Se busca mantener un ritmo cardíaco normal mediante fármacos antiarrítmicos o procedimientos como la cardioversión (eléctrica o farmacológica).
  • Control de la frecuencia cardíaca: Si no es posible restaurar el ritmo normal, el objetivo es regular la velocidad a la que laten los ventrículos.
  • Ablación por catéter: En casos avanzados o recurrentes, se puede realizar una ablación para aislar las venas pulmonares, que a menudo son el origen de la arritmia. Estudios recientes han mostrado buenos resultados con la ablación por radiofrecuencia.

El manejo de la FA debe ser individualizado, considerando los riesgos y beneficios de cada tratamiento, el perfil del paciente y el riesgo de ictus y hemorragia.

El futuro del tratamiento de la fibrilación auricular

La investigación continúa avanzando. Se están explorando nuevas terapias y dispositivos para mejorar el diagnóstico y manejo de la FA. Por ejemplo, se desarrollan dispositivos subdérmicos implantables que liberan fármacos anticoagulantes de manera continua y controlada.

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